Luther, otra del montón
La serie de televisión británica Luther (2010-2015) tenía tiempo en mi lista de Netflix hasta que hace poco decidí comenzar a verla. Había escuchado buenos comentarios y, como me gustan las series de detectives y el actor Idris Elba, tenía muchas expectativas. A Elba lo conocía de The Wire, donde actuaba con un impecable acento americano.
El primer episodio fue interesante, con una buena historia de crimen y la presentación de Luther como detective obsesionado por los casos que le toca investigar y arrastrado a la oscuridad de los personajes con los que tiene que enfrentarse. Seguí viendo, pero al llegar al episodio cuatro me di cuenta de varias cosas. Primero, la serie sigue una fórmula como muchas otras series de misterio y crimen que se va haciendo más patente con cada episodio. Muchos televidentes supongo que están acostumbrados a esto y no les molesta (ya sabemos lo longevo de series como Law and Order o NCSI, por mencionar algunas), pero a mí me resulta un poco aburrido y predecible estas tramas que siguen un patrón, donde ya sabes que cuando al minuto 25 atrapan al supuesto sospechoso por supuesto que resulta que no es el verdadero criminal, pues ¿qué harían entonces con la otra mitad del episodio? Segundo, supongo que tenemos que aceptar desde el comienzo que Luther es una suerte de genio iluminado, que sufre una epifanía en cada episodio que le permite descubrir la clave para resolver su caso; ejemplo: llega a la conclusión de que la caja donde estaba encerrada una de las víctimas, y que en una foto solo reflejaba un haz de luz natural, tenía que estar en un bote. ¿Cómo determinó esto?, no lo sabemos porque solo observamos a Luther por unos segundos concentrado en hallar en su mente la solución al acertijo, que sin duda resulta ser cierta. Tercero, y es aquí es donde realmente decido dejar de ver la serie, porque puedo tolerar la fórmula y el detective genio (que no me ha impedido en ocasiones disfrutar de otras series), pero un mal guion… eso lo arruina todo. En el cuarto episodio Luther está hablando por teléfono con una potencial víctima que está encerrada en un baño, tratando de escapar del asesino en serie que trata de derribar la puerta. Luther le asegura que la policía ya está en camino, que resista, que en pocos minutos estará a salvo. Efectivamente, llegan varias patrullas con muchos policías y dos detectives que llevan a la esposa del asesino en serie para que trate de convencerlo de que se entregue. Y ciertamente la mujer logra que se rinda y los dos detectives lo arrestan y se lo llevan de la casa. Y es en este punto donde ocurre la escena que hace que ese guion apeste. Los dos detectives se llevan al malo y nadie se preocupa por la esposa, pero sobre todo nadie se preocupa de ir a ver si la víctima que estaba encerrada está viva, muerta o agonizando. ¿Hay treinta policías afuera y ninguno entra a rescatar a la víctima y ver qué ha hecho el asesino? Pues así es, nadie entra a la casa, donde solo queda la esposa que sí sube a la segunda planta para descubrir a la chica aterrada pero viva, y ver el cadáver de su amante, lo que le provoca un ataque de ira que la lleva a recoger el martillo (que el asesino tiró al suelo y nadie ha recogido) y salir a la calle, pasar entre un grupo de policías y caerle a martillazos al marido asesino justo antes de que los dos detectives lo metan en la patrulla. ¿En serio? No me lo creo. ¿No sería una prioridad de la policía asegurar la escena del crimen?, ¿rescatar a las víctimas tanto como atrapar al criminal, especialmente a la víctima que ha estado al teléfono pidiendo ayuda mientras el malo trataba de atacarla? Por falta de policías no fue, porque había un montón de ellos tranquilamente conversando en la calle…
En fin, otra serie borrada de mi lista. Actualmente hay tantos buenos shows de televisión que resulta un desperdicio malgastar el tiempo viendo uno de segunda categoría. Luther fue bastante decepcionante después de haber disfrutado otras buenas series británicas como Broadchurch, The Fall y Vera. Pero supongo que en la tele británica también hay de todo. Por ahora sigo a la espera de otro par de detectives que sí que me emocionan: Mulder y Scully.
