The Leftovers
The Leftovers tiene que ser una de las series más terroríficas que he visto en los últimos tiempos. Sí, con shows como The Walking Dead y The Strain sabemos que el horror está garantizado. Pero lo que sucede con The Leftovers es otra cosa. ¿Qué pasaría si de pronto 41 millones de personas alrededor del mundo se desvanecen sin rastro, sin más se esfuman? Este es el escenario que plantea la serie, que se enfoca en los que quedaron, que ahora se enfrentan a grandes interrogantes: ¿a dónde fueron los desaparecidos?, ¿por qué ellos?, ¿por qué no yo? Ni hablar de las profundas connotaciones religiosas que sugiere la idea de que solo un grupo de personas haya sido elegido, mientras que los demás se quedan cuestionando su fe: ¿sucedió el rapto del que habla la Biblia y los elegidos para disfrutar del reino de los cielos ascendieron?, ¿es el infierno mismo esa nueva realidad en la que los que se quedaron deben aprender a sobrevivir?
Preguntas y más preguntas suscita la historia y nosotros como espectadores nos ponemos del lado de esta gente común y corriente que ahora no sabe qué hacer con sus vidas. La serie, al menos en la primera temporada, sigue la historia de varias personas en Mapleton, New York, enfocándose principalmente en el jefe de la policía del lugar y su familia. De igual manera tiene una presencia importante un culto llamado “the Guilty Remnant”, al que también vamos desentrañando a lo largo de la temporada.
En esta onda de historias post-apocalípticas, sin duda The Leftovers presenta una idea bastante original y provocadora (la serie está basada en un libro del mismo nombre). La historia a la vez nos perturba y nos conmueve y, sobre todo, nos pone a pensar. ¿Qué más se puede pedir? (las actuaciones también son de primera). Ojalá que la segunda temporada, que se estrena en el otoño, esté a la altura. Ya veremos.
